sábado, 27 de noviembre de 2010

VIII – SECUENCIAS





Te desperezas

como si al día

le quedase todavía

más luz de la que irradia.

Luego te deshaces en anhelos,

subes, bajas,

te contemplas y te amas,

frente al espejo…

Pero hay una sombra oculta

que oscurece tu aureola.

No la ves, pero te cierne.

Es tu encierro, tu jaula,

en la que se mueven tus sueños.

Te cepillas los dientes,

como siempre,

alisas tus cabellos…

Vuelves al espacio reducido

en el que cocinabas chocolate

con restos de ladrillos

diluidos en agua,

sobre conchas de berberechos.

Vas y vienes, sin horizonte,

y en tu cerebro,

te desperezas con el alba,

como si todavía

todo fuese nuevo.


Concha L. F.

8 comentarios:

  1. Precioso, Concha.
    (Pero si limpias el espejo en que te miras, si le quitas en vaho, la sombra desaparece y tus sueños progresan y se cumplen)

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  2. Os espellos sempre nos devolven as neblinas que levamos dentro.
    Moi bonito, como sempre.
    Parabéns

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  3. · Lo cotidiano, en bellas palabras, desde una jaula que permite observar esa vida cotidiana como algo ajeno...
    · ... y cocinar chocolate con restos de ladrillos etc no puede ser más poético.

    · bicos

    CR & LMA
    ________________________________
    ·

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  4. Eu penso que non hai casa na Galiza na que os nenos non xogasen nalgun momento con restos de ladrillos. Parecía coma se estes restos fosen unha prolongación do fogar. Saudos.

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  5. Ya se que cada poema tiene tantas lecturas como lectores.
    Lo que yo leo lo veo tan bien plasmado...

    felicidades.

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  6. .Vivir lo viejo como si fuera nuevo es un volver a empezar continuo y sorprendente. Los mismos nervios de antes, la misma sorpresa. Como una vida nueva. Bicos.

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  7. Nos mesmos somos a xaula na que estamos encerrados, na que os nosos soños se ven enxaulados.Míraste no espello como si non foras tí, e fose outra a que peina os seus cabelos e os recordos pasan pola túa mente pero tí míraste nese espello como si todo volvese a empezar de novo.
    Imáxes preciosas Concha: "O espazo reducido no que cociñabas chocolate con restos de ladrillos diluidos en auga"
    E ese final no que te desperEzas co alba como si todo fose novo...Ten moita forza.

    Un saúdo
    Grazas polas visitiñas o meu blog.

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  8. Me ha encantado. He recordado a mi madre preparándose el chocolate mañanero. Me he mirado al espejo y, aunque no es la amanecida, he visto alguna sombra.
    Precioso.
    Bicos.

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