Además, en mi casa las persianas suben y bajan solas si le doy al botón y aunque Marina me castiga sin ver los dibujos de X-Men, cuando no me ve, me divierto subiendo y bajando las persianas, mientras ella anda corriendo por el pasillo con la aspiradora o el trapo del polvo, o cuando está en el cuarto de la ropa planchando las camisas de papá y los vestidos de mamá. Aunque no sé si mamá tiene vestidos. Al menos no son como los míos. Ella dice que sus vestidos se llaman trajes. Un día le pregunté a Marina por qué mis vestidos son vestidos y los de mi mamá son trajes y me dijo que era porque mi mamá es una persona muy importante y tiene que llevar siempre traje, pero sin corbata. Las corbatas las pone papá. Las de tela, porque dice que las de papel no sirven, por eso nunca se puso aquélla llena de colores que el profe Aurelio me ayudó a hacer para Navidad, para regalársela a mi papá. Un día tengo que preguntarle dónde la guarda. Seguro que la tiene muy escondida para que nadie se la robe, en la caja fuerte, esa cosa que está en el salón, detrás de un cuadro que tiene a una señora desnuda. No sé.
Sigo sin saber lo de los metros cuadrados. Además, creo que me equivoqué y que no son 98. A lo mejor son 198. Este número está más cerca del 200, sólo dos peldaños, como dice el profe Aurelio. Y porque ayer oí a papá que le decía al abuelo Anselmo que un piso de casi 200 metros cuadrados no se mantenía así porque sí, que si no le llegaba la pensión para irse de paseo, que se quedase en el pueblo. No entendí nada, pero eso es lo que oí.
¡Pobre abuelo! Con lo que le gusta viajar con su linda Teresa. Es que mi abuelita se llama Teresa. Es muy guapa y tiene un lunar justo al lado de una oreja, pero no de esos que tienen las viejas, llenos de pelos, no. El de ella es redondo y marrón, como sus ojos.
¡Qué guapa es la abuela Teresa! No viene mucho a mi piso, porque dice que aquí no puede hablarle a las mariposas. Y porque al abuelo Anselmo no le gusta subir escaleras ni encerrarse en el ascensor. Dice que es como una caja fuerte. Además dice que los pisos son como jaulas en las que se pudren los tomates. A lo mejor es que no sabe que los tomates se cuidan en la tienda de la señora Delia. Ellos solitos se cuidan. Y cuando Marina los trae a casa, se cuidan en la nevera. Así que no entiendo lo que dice el abuelo de los tomates. Además, Marina trae muchas cosas de la tienda de la señora Delia y todo cabe en la nevera de la cocina. La cocina de mi casa no es muy grande, pero la nevera sí. Dice Marina que tiene cinco estrellas, como el lavavajillas. No, ese dice que es triple A. ¿Qué será eso? Porque “lavavajillas” tiene cuatro As. Será que Marina, como ya está un poco vieja, no se acuerda de contar hasta cuatro.
esto si que xa era o que eu esperaba como continuación da historia... que non sei porque me da a mín que vai haber moita tela que cortar.
ResponderEliminarun fillo desagradecido, seguro que os pais (humildes) se deixaron a pel por coidalo e estudialo e agora él, rico porco, deixa os seus pais arrinconados... que é o peor.
e a pequena , que se me parece á pequena do libro "La elegancia del erizo", non recordo como se chamaba.
Marina seguro que unha santa e a mai da pequena, non sei, pode ser como o pai o todo o contrario...
¿e qué gardarán da caixa forte?
negocios turbios, seguro...
en fin, teremos que agardar a que ti nos queiras seguir contando.
biquiños e boas noites.
Felices Fiestas, Concha, para ti y los tuyos.
ResponderEliminarAbrazos, cariños
Ío
Moi felices festas para vde e todos os seus
ResponderEliminarFelices Festas .
ResponderEliminarQue disfrutedes deestas datas e que teñades unha Boa Noite, unha Feliz Navidade e un Próspero 2.012, que este veña cargado de cousas boas para todos.
· Bueno, sigo la historia con interés. Sé que esto va a dar mucho juego... y mucho jugo.
· BQÑMTS
CR & LMA
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