Xulio López
Si se lo hubiesen contado antes, no habría creído nada, aunque supiese desde siempre que los chupetes esconden clavos y alfileres que hieren el paladar…
Ahora, desde su ventana, lo ve exhausto, sentado en el banco de la esperanza, con el chupete agujereado, roto por sus manías y excentricidades. Pero lo ve mirar de frente, con la cabeza alta, aunque sus ojos estén enrojecidos por el llanto...
Desde su ventana lo mira sentado en el banco de la esperanza. Y mira el chupete, los clavos y alfileres, y piensa. No es fácil desprenderse de los sueños. Tampoco lo es desprenderse de un chupete, aunque hiera el paladar.
explicas muy bien ese sentimiento y esa resignación que supone acostumbrarnos al dolor, a la desesperanza.
ResponderEliminarbiquiños,
Es así exactamente, Concha. Pero luego siempre amaina. Besos
ResponderEliminarEste tiene la goma un poco peligrosa, creo que solo es apto para faquires.
ResponderEliminarEl texto es de 10, relatado y explicado a la perfección....
Saludos.-
Formidable. Un texto que llega a lo más profundo , removiendo sentimientos.
ResponderEliminarojalá nos acompañesn siempre los sueños.
Abraçades i bicos
Dejando ahora el chupete, la vida será algo más real, teniendo a su lado la compañía adecuada. Pata los primeros pasos siempre es necesaria una mirada que esté atenta.
ResponderEliminar· BQÑMTS
CR & LMA
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